Aunque pueda parecer que desaparezco no es así, como el
Guadiana emerjo para retomar mi cauce.
Terminó la legislatura y ha empezado otra. Entre col y col
han ido creciendo hierbas, unas sanas, otras menos, y las más numerosas
dañinas, de las que dejan el terreno yermo y con dificultades de volver a
recolectar cosechas sanas.
Me preocupa el futuro, no el mío, yo ya no tengo mucho que
perder, ¿o sí?. Bueno, quizás sí, todos perdemos algo, a todos no arrebatan parte de la dignidad
humana que por derecho deberíamos defender.
Creo que desvarío un poco,
pensaba deciros a los que me leéis que solamente hare análisis o critica
de los plenos. Que los temas que están candentes en la calle los comparto pero creo
que sobre ese tema ya están los chavales para informar, yo me centraré
solamente en sacarle punta a las cosillas que desde la sala vislumbro.
El primero de esta legislatura, aún siendo de puro trámite y
extraordinario no dejó de tener sus
momentos de chispa, intentaré empezar por el principio, lo que ocurre es que me
he demorado un poco y quizás ya la memoria me falle y alguna anécdota se pase
por alto.
En los sillones de la tribuna se sienta gente nueva y otros
que repiten. Los que repiten del gobierno nos vaticinan lo que será esta
temporada que comienza, más de lo mismo, un alcalde que no deja de mirarse el
ombligo pensando en lo chulo que es y lo lejos que llegará en esto de la
política, buen sueldo y larga vida para el César. Las concejalas de la primera
fila continúan siendo las mismas a excepción de Amparo Pascual que sintió el
tufo que por allí se expandía y antes de
ahogarse prefirió marcharse. Las que se han quedado lo tienen claro, también
piensan que su ombligo es el más redondo y el más bonito, no son capaces de
verse la pelusilla.
El señor Ródenas y el señor Alejandro continúan en la misma
posición. Las consecuencias de que estos dos elementos repitan pronto las
veremos… o ya las estamos viendo, al parecer la escuela de adultos está a punto
de desaparecer y se habla de la privatización del Rosa Serrano.
La portavocía… jeje, Isabelita, Isabelita, has entrado en
esta legislatura como si no hubieses salido, igual es que saliste de espaldas.
Un consejo de mayor, cuida ese ímpetu, esa mala…. Puede ser dañina para tu
salud.
De los nuevos aunque ya me he formado un juicio de valores
seré cauto y esperaré a ver lo que “trabajan”.
En el bando contrario también hay cambios, no haré
valoración sobre la persona del candidato desaparecido ya que, como todos
sabemos, en política como en el teatro ocurren cosas entre bambalinas que los
espectadores aunque no vemos intuimos. El nuevo portavoz, que no la nueva
portavoz, es viejo en materia política, aunque su primera intervención más bien
me pareció la del licenciado que llega el primer día a su puesto de trabajo y
en lugar de mostrar sus conocimientos pierde el tiempo en agradar al jefe.
De la secretaria del PSOE, si es que habla alguna vez, esperamos
que no sea para quejarse de las cacas de los perros, que eso está bien, no digo
yo que me guste chafar cacas, pero con la que está cayendo, que las deje que se
sequen y mire al frente.
Isabel, la otra Isabel, la que ha trabajado durante los
cuatro años pasados y pese a la malaventuranza del “ilustrísimo“ hacia ella, no solo continúa en
su escaño, además se ha traído un colaborador, un dúo que si les dejasen, si no
fuesen tan zopencos y quisiesen de verdad
el bienestar para el pueblo, aceptarían sus propuestas y Paiporta
cambiaría el rumbo en muchos aspectos, pero claro, tendrían que dejar de mirar
al redondelito de la barriga y eso no se hace en este gobierno. Mejor lo malo
que yo hago que aquello bueno que venga de la mano del opositor, que para eso
mando.
De la nueva, nueva, prefiero reservarme los comentarios y
darle un voto de confianza, solo espero que junto a Compromís sea un voto
crítico y la legislatura anterior de colaboración quede en los archivos sin
pasar factura, política me refiero, que facturas con sobrecosto ya tenemos
bastantes, ¡Dios nos guarde!
Para terminar una anécdota. La que se escapó al secretario
al decir que el reparto de votos tiene que ser como es, ya que así tiene que
ser, ya que de lo contrario no habría mayoría para el PP, la cosa la dijo con
algo de chispa, sonó graciosa y el público estalló en risas.
Un saludo para todos los que retomamos la vida plenaria.