Todos los años vamos a la cremà de la falla de ALDIS. El otro día llamé por teléfono a la mujer de mi primo, tienen una hija discapacitada, y es costumbre desde hace muchos años pasarnos mi Pepica y yo a ver la falla tan original y divertida que hacen y después tomarnos un chocolate con buñuelos en la asociación. Alucinado me quedé.
Todos los años vamos a la cremà de la falla de ALDIS. El otro día llamé por teléfono a la mujer de mi primo, tienen una hija discapacitada, y es costumbre desde hace muchos años pasarnos mi Pepica y yo a ver la falla tan original y divertida que hacen y después tomarnos un chocolate con buñuelos en la asociación. Alucinado me quedé.
5 comentarios to “¿Y la falla de ALDIS?”
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19 de marzo de 2010, 6:15ya te digo, pero vereis como lo manipula y saca rendimiento, Ibor en juegos malabares es unico, menudo pajarraco es
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19 de marzo de 2010, 11:09Es abogado, su trabajo consiste en defender lo defendible y lo indefendible.
La diferencia es que ahora somos sus clientes y él defiende sólo sus intereses.
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20 de marzo de 2010, 14:40Por mucho que intente manipular y defender lo indefendible, lo que a hecho este año con los chavales de ALDIS no tiene nombre. Bueno, si lo tiene, pero me parece muy fuerte decirlo.
Dios existe. Y algun día Don Vicente le tendrá que rendir cuentas. Pero no solo a Dios sino también a los vecinos de Paiporta.
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Paiporta-ville
21 de marzo de 2010, 10:27Sea o no con castigo divino para Ibor y su concelaja de B.Social, por el momento, la sociedad les exige la protección de los individuos que viven en un riesgo de exclusión social.
Parece ser que este tipo de sensibilidad sólo la poseen aquellas personas que sufren en sus carnes tener un hijo discapacitado, o aquellas que no reciben las ayudas de la Ley de dependencia, o las que pasan necesidades diversas. También la sentimos aquellos que sin haber tenido la experiencia vital de vivir con la discapacidad en primera persona, somos conscientes de lo importante que es saber que todos somos partícipes de la sociedad y de que nadie está libre de un giro que le de la vuelta a su vida, de ser de pronto protagonista del drama y sentirse solo, desprotegido y vulnerable.
19 de marzo de 2010, 5:53
Que poca sensibilidad y que poca vergüenza