No hubo puntos conflictivos en el pleno del jueves, todos fueron rápidos y sin apenas discusión, el de las cámaras de auto vigilancia me pareció un tema interesante
Cuando yo era niño, y ya no tan niño, el ojo actuaba de cámara de vigilancia, la policía la guardia civil y los cuerpos de seguridad eran las cámaras del estado, su ojo vigilante… y vaya si mantenían a la gente a raya…gravaban con precisión los movimientos de la gente, muchas personas fueron víctimas de la vigilancia de aquellos tiempos. Claro que, en aquella época en nuestro país estábamos gobernados por un dictador, las dictaduras actúan así, controlan todo aquello que puede ser un peligro para mantener su estabilidad en el poder.
Ahora estamos en democracia, y me pregunto:
¿En un estado de derecho, no tendríamos que ser los ciudadanos los que deberíamos tener cámaras para vigilar de una manera rigurosa y efectiva como el estado desempeña el papel que le hemos encomendado?
Ya ni hurgarnos la nariz placenteramente podremos mientras andamos por nuestras calles.
El turno de ruegos y preguntas me llevó a la siguiente reflexión…el alcalde es un agitador…crispa el estado pacífico del pueblo enfrentando a los vecinos, y lo hace de una manera mezquina.
El tema de protección ciudadana, con el coordinador que quería situar a dedo, es una muestra de ello. A este títere le gusta más el circo que a los payasos, de los defensores que se llevó de testigos, ni comento, pero dios quiera que nunca necesite que me atienda ninguno de los allí presentes.
Se dio cuenta de la dimisión de Amparo Pascual. La concejalía de esta la recoge el intolerante, el que más palabras malsonantes emite cuando su boca se abre y que nunca está a la altura de nada… ¿también recogerá el sueldo?
Y como mis comentarios de hoy son cortos y un poco inocuos
me gustaría hacer una pequeña crónica de la intervención de nuestros políticos en
el programa de Levante TV. Empezare por el final;
Vicente Ibor, estuvo en su línea, sin mover un musculo ni
dejar de mantener estiradas las comisuras de los labios, dicen que sonreír
alarga la vida, pero forzar la risa provoca dolor de mandíbulas y no alarga
nada, ni siquiera es risa contagiosa. No
dijo nada interesante, más de lo mismo y alguna que otra trola.
Joaquín Moreno, empezó nombrando a Neruda, queda bonico eso
de hacer ver lo culto que uno es y que conoce a los clásicos de la literatura. Dijo
que algo así como que ha llegado a aceptar ser el cabeza de lista por que le
preocupa el estado de bienestar…uffff Escuchar
esto de un socialista en estos momentos no sé si es para alegrarse o echarse a
temblar. Después dijo que Zapatero había
sido valiente al atreverse a hacer la reforma laboral y de las pensiones, lástima
que su valentía no se parezca para nada a aquel legendario personaje que robaba a los ricos para entregárselo a
los pobres. Su intervención me pareció un poco trasnochada.
Isabel Martin, algunas lenguas viperinas cometan en algún foro
que sabía las preguntas. No es esa la impresión
que a mí me causo, contesto a todo con naturalidad ya que eran temas de los que
ha tenido en su carpeta durante estos cuatro últimos años, al contrario que
Ibor y Joaquín Moreno que permanecían tiesos e impasibles en su sillones,
Isabel se movía ante la cámara segura de
sus palabras, esto demuestra que su trabajo no está en los flases y que sabe lo
que dice.
Mª José Lianes, me dejo algo defraudado. Dijo al principio de la
entrevista que quiere una oportunidad para demostrar cómo trabaja EU, otra
manera de hacer política. ¡joer! Que ya son viejos en esto de la política. En
fin, poco preparada e insegura, sabe poco de la tarea que ha desarrollado
Pascual Pardo en el Ayuntamiento y eso degenera en lo que se supone que tendría que
ser trabajo de equipo dentro de la organización
del partido.
28 de febrero de 2011, 22:32
El "Raonem" de Levante TV fue muy triste. El señor Moreno dio la sensación de pensar "En la que me he metido", como dijo nada más empezar en su acto de candidatura en el Auditori. Sus asesores pueden estar avergonzados, si es que los tiene. Ibor fue muy inteligente al hablar tan rápido, dijera verdades o mentiras, y bromeó incluso con las denuncias "a lo Pajín". Isabel Martín tuvo altibajos que debería haber salvado y decepcionó un poco. Y la pobre Lianes, al menos no lloró.