ecoestadistica.com


¡AY! Vicentico, como has defraudado, muchos pensábamos que tú eras una derecha moderada, que poseías buenos sentimientos y que aquella política a la que nos tenía acostumbrados el anterior alcalde iba a cambiar contigo. Ilusos que somos,  detrás de esa sonrisa de dientes resplandecientes se esconde la derecha rancia que durante décadas nos tuvo en la ignorancia y el miedo.

Y es que, ¿sabes? Poco a poco vas mostrándote tal como eres, soberbio y prepotente, fíjate, hasta la voz la tienes como aquel oscuro personaje  de leyenda negra.

Bueno, no es esto precisamente lo que quería contar hoy aquí, clandestinamente, ya que  hacerlo a cara descubierta,  quizás, me acarrearía problemas. Por supuesto que estos no serían como los de aquella dictadura, ahora somos demócratas, pero también la democracia esconde tropelías.

Fíjese, señor Ibor, el otro día, en ese magnífico acto que usted monto, me llamo  mucho la atención aquella señora que valientemente se enfrentó a la gente que llenaban el salón de actos de “su” Ayuntamiento. Cuando hablo, me vino a la mente una sobrina de mi difunta Pepica, pertenece a una ONG y hace servicios de apoyo dentro de la cárcel de Picasent, al escuchar que usted decía que allí dentro solo hay malas personas que nunca se reinsertan, me asuste, ¡Dios mío! Me dije, ¿Dónde se meten estas chicas? Cualquier día las matan.

 Y es que no es así, no es como usted lo cuenta, allí dentro hay gente con la misma condición que aquí afuera, hay quien lleva pistolas sin pertenecer a cuerpos de seguridad y las ahí que la suerte en esta vida les dio la espalda. Hay quien tiene poder dentro y fuera, y quien su único poder es la miseria, hay asesinos dentro, peligrosos, si señor, pero también afuera hay quien los comete o los cometió y queda impune.
¿Y los de guante blanco? ¿Qué me diría usted  de estos? No es necesario que me conteste, estos, si es que alguno entra en prisión, sí que se reinserta, y vive feliz el resto de su vida con el dinero que traspaso a paraísos fiscales. Los otros, a los que expoliaron estos señores, con su ambición y están en la calle sin trabajo y sin medios para subsistir serán los próximos delincuentes que no tendrán derecho, no ya a la reinserción,  ni siquiera aun abogado  de prestigio como usted, bueno, en realidad no se bien si usted tiene prestigio o no.

(la foto es de la web del Ayuntamiento, por eso la mala calidad)

¿Es esta la primera manifestación de su vida? No, que va, usted estaba en la del “no a la guerra” y en la de la huelga general, y en todas aquellas que se piden derechos sociales. Así no, así no se hace una manifestación, lo que usted organizo, con el dinero del pueblo y con uso del más descarado partidismo más bien parecía una película de Berlanga, de aquellos tiempos que antes mencione.

Me recordó aquella canción que cantaba Sara Montiel…

Iba en calesa, pidiendo guerra, y yo al mirarle me estremeciiii.

Concluyo, la manifestación que usted convocó ayer, fue un fracaso, la gente no se le sumo, el pistoletazo de salida hacia las próximas elecciones le fracaso, la gente sentimos más preocupación por la inestabilidad que planea sobre nuestras cabezas, que por sus delirios.

date lunes, 25 de octubre de 2010

3 comentarios to “IBA EN CALESA”

  1. Vecino
    26 de octubre de 2010, 6:31

    ¡que ridículo!
    Sento, como siempre das en el clavo. Pero yo sigo sin entender al señor alcalde, ¿como puede ser abogado con esa manera de pensar? Desde luego pena me da al que le toque de oficio....

  1. Anónimo
    28 de octubre de 2010, 11:04

    Excelente, enhorabuena por el artículo. El mejor que te he leído!!!

    Silvia

  1. Alex
    4 de noviembre de 2010, 14:59

    Mucha razón tiene usted Sento.

    Alex